viernes, 9 de noviembre de 2007

LAS SEÑALES QUE IDENTIFICAN A UNA SECTA


Dentro del campo teológico el uso más popular dado a la palabra secta es el de falsa religión. Las religiones que ignoran a Jesús y a la Biblia son consideradas sectas, al igual que todos aquellos grupos que aún llamándose cristianos presentan graves desviaciones respecto a las doctrinas fundamentales de la fe cristiana contenidas en las Sagrada Escritura. Dentro de las doctrinas fundamentales tenemos que Dios es uno, que fue manifestado en carne para darnos salvación y que su nombre es Jesús; el genuino del Plan de salvación que consiste en el arrepentimiento, en el bautismo en el nombre de Jesús y en el bautismo del Espíritu Santo; la dedicación de una vida consagrada para Dios, así como también la doctrina de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.

A continuación presentamos las huellas digitales o las calidades de secta, que los verdaderos expertos en sectas como Pablo, Pedro, Juan y Judas (el hermano de Jacobo) definieron para nosotros en el Nuevo Testamento (Hechos 20:28-30; 2. Corintios 11:4; 1. Timoteo 4:1-3; Gálatas 1:7-9; 1. Pedro 2:3, 2:15; 1. Juan 2:19-23, 4:1-6; Judas 1:10-11).

Éstas son cinco en número:


1. Rechazo de la plena deidad y la plena humanidad de Cristo

2. Escrituras extra bíblicas

3. Orientación de personalidad

4. Exclusividad organizacional

5. Normas de "santidad" esotéricas y dietéticas


Algunas falsas religiones presentan los cinco rasgos distintivos de una secta, mientras que otras presentan solamente algunos de ellos.


1. RECHAZO DE LA PLENA DEIDAD Y LA PLENA HUMANIDAD DE CRISTO

Todas las sectas manosean la Deidad y la vida de Cristo y la reducen a algo menos de lo que la Biblia dice que Él es.

El Islam enseña que Jesús es simplemente un hombre creado por Dios así como lo fue Adán. Creen que Jesús fue el mayor de los profetas enviados a los judíos pero rechazan que él sea Dios manifestado en carne.

Los Testigos de Jehová han declarado que él es una criatura y nada más. Dicen que en la tierra Él fue no más un hombre sin ninguna naturaleza Divina. Ellos enseñan que su cuerpo se pudo haber "disuelto" en gases en la tumba, y que su segunda venida tuvo lugar de manera invisible en el año de 1914.

Los mormones proclaman a Cristo como un dios entre una multitud de otros dioses que gobiernan planetas diferentes. Dicen que Él fue la descendencia del espíritu de Elohim. Aún más, todos los varones mormones están destinados a volverse dioses iguales a Jesucristo. Brigham Young enseñó que Cristo era realmente Adán, y que a causa de que entró en pecado es que nosotros pudimos ser bendecidos. Ellos también creen que Jesús se casó con Marta y María en las bodas de Caná. Ellos propagan otras blasfemias que involucran a nuestro Señor que es vergonzoso repetir.

La Ciencia Cristiana enseña que Cristo era un "principio" o idea divina separada de Jesús de Nazaret. Ellos declaran audazmente que Jesucristo no "vino en carne" clasificándose por eso bajo la censura de Juan que declaró: "Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne no es de Dios: y éste es el espíritu de anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene..." (1. Juan 4:2).

Armstrong, el fundador de la “Iglesia Universal de Dios” también enseñó que Jesús es un dios entre muchos y que todos sus seguidores se volverán "dioses" al igual que Cristo. Dios ha estado "extendiendo a su familia". Él también cree que el cuerpo de Jesús se disolvió en la tumba, y que sólo un "espíritu" surgió en la primera mañana de la Pascua.

José Luís de Jesús Miranda, el fundador de la secta “Ministerio Internacional Creciendo en Gracia”, enseña el politeísmo pues afirma que nosotros en espíritu somos iguales a Dios. Dice que Jesús sólo llegó a convertirse en Cristo a través de la resurrección. Para ellos Jesús de Nazaret fue el nombre que se le dio al velo de carne, mientras que Cristo o Jesucristo es en lo que se convirtió Jesús cuando resucitó.

A los Adventistas del Séptimo Día se les ha hecho difícil el trabajo de cubrir sus enseñanzas anteriores sobre Cristo. Uno de sus libros tempranos "Cristo y su Rectitud" por Elder Waggoner, enseñó la herejía arriana acerca de Cristo. Elena G. de White también enseñó que Jesús era un ser caído, adultero y de naturaleza humana pecadora. Ellos han realizado unos saltos mortales lingüísticos para intentar "reinterpretar" sus palabras pero no han obtenido ningún provecho. Ellos desearían poder "botarlos" pero no se atreven. Recuerden que para ellos Elena G. de White no era "una simple mortal hablando, sino Dios"

El catolicismo romano y el protestantismo trinitario, a pesar de que afirman creer en la deidad de Jesús, van en contravía de la Escritura, pues enseñan que Jesús no es el Dios Único, sino que hay otras dos “divinas personas” que comparten su Deidad y que son tan Dios como lo es Él. De esa forma menosprecian y rebajan la plena Deidad de Jesucristo, y desvían su creencia hacia el falso dios trino.

El judaísmo fariseo, conocido ahora como talmudismo (en sus varias ramas de ortodoxo, conservador y reformado) no hace más que negar que Jesús es el Mesías. Se la pasan promoviendo el odio contra Jesucristo, catalogándolo de bastardo nacido de fornicación y de falso profeta. Ellos son tan obtusos contra Jesucristo, que muchos han tomado juramentos de sangre para quitar la memoria y el nombre de Jesucristo de la tierra.

Cómo es de diferente la visión de Cristo por parte de los Pentecostales Apostólicos del Nombre de Jesucristo, de los creyentes en la Unicidad de Dios, en el verdadero monoteísmo bíblico. Nosotros creemos en la deidad absoluta de Jesús y en su completa humanidad, nosotros creemos que Jesucristo es el único Dios (Tito 2:13, 1. Juan 5:20, Apocalipsis 1:8), nosotros creemos que Dios fue manifestado en carne (Isaías 9:6, Isaías 35:4, Mateo 1:23, 1. Timoteo 3:16) y por eso decimos juntamente con la iglesia primitiva que en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de Dios (Juan 14:10, Colosenses 2:9). Nosotros creemos literalmente en su nacimiento de una virgen y en su resurrección corporal de los muertos, nosotros creemos en su retorno visible y glorioso, nosotros aceptamos su obra completa en la cruz y su intercesión presente, nosotros respetamos a la persona de Cristo siendo totalmente bíblicos.


2. ESCRITURAS EXTRA BÍBLICAS

Muchas de las sectas usan además de la Biblia otra literatura “divinamente inspirada”.

Los musulmanes tienen el Corán, en dónde aparentemente se recogieron los dichos de Mahoma. Según ellos, el Corán es superior a la Biblia y sustituye a la Biblia. Los estudiosos concuerdan que no hay evidencia del Corán hasta el año 691, o sea 59 años después de la muerte de Mahoma, cuando la mezquita de la Cúpula de la Roca fue construida en Jerusalén llevando varias inscripciones coránicas. Aún así, el Corán se atreve a tergiversar algunas historias y declaraciones bíblicas, argumentando que la forma en las cuales aparecen en la Biblia no son correctas y que es el Corán el que dice la verdad. Por ejemplo, ellos afirman que la simiente prometida de Abraham fluyó a través Ismael y no de Isaac, a pesar de que no existen pruebas contundentes de que los árabes actuales sean verdaderos descendientes de Ismael. El Corán ha llegado a ser el único libro "sagrado" permitido en países controlados por el islam. A los musulmanes se les ha prohibido tener copias de la Biblia donde ellos puedan confrontar las enseñanzas de Mahoma.

Los mormones tienen su Libro del Mormón, la Perla de Gran Precio, y Doctrinas y Convenios, a los cuales ellos consideran igualmente inspiradas como la Biblia. Es en esas escrituras sin sentido que José Smith, codicioso de mujeres, consiguió sus revelaciones sobre las esposas “extra”, y la revelación subsiguiente de que su primera esposa “recibiría esto de buena manera”.

Los Testigos de Jehová tienen su Revista la Atalaya, a la que ellos estudian en lugar de la Biblia. Además cada publicación y cada libro es considerado infalible si rodó en la imprenta de la Atalaya (por lo menos hasta que la próxima equivocación doctrinal requiera un “ajuste”). Su fundador, el “Pastor” Russell, afirmó que si uno estudiaba los volúmenes de su “Alba Milenaria” estaría reservado en mejor "luz" que si estudiara la Biblia.

La Ciencia Cristiana tiene aparte de la Biblia su libro “divinamente inspirado”, a saber “la Ciencia y la Salud con la Clave de la Escritura” escrito por “la Madre” Eddy. Ellos no tienen ningún “predicador” en la Iglesia de la Ciencia Cristiana, sólo “lectores” ¿Qué leen ellos? “La ciencia y la Salud” ¡por supuesto! Los servicios de su iglesia son debido a esto de lo más aburrido en la historia de la cristiandad.

La “Iglesia Universal de Dios” tiene su “infalible” curso de correspondencia y las escrituras de su fundador Herbert W. Armstrong. Todo lo que él escribió es considerado como fidedigno pues es considerado el Oráculo de Dios.

Pero nadie parece exceder a los Adventistas del Séptimo día. Su “profetisa” Elena G. de White escribió montañas de libros. Todos ellos son considerados inspirados. Ella dijo que lo que ella estaba hablando no eran “errores mortales” sino palabras “del propio Dios”. Todo lo que ella profirió, sea en cartas, en notas, en artículos de revista, en “testimonios”, etc., era y es considerado divinamente inspirado y no puede contradecirse. Si ella estornudaba, alguien estaba allí y lo apuntó; ¡si ella bostezaba, ellos buscaron algún significado para eso! Si usted duda de su “inspiración” será rápidamente alejado de la fraternidad.

La Iglesia católica está cargada de revelaciones extra bíblicas. Cada doctrina que el Papa decreta “ex cátedra”' es considerada “infalible”. Por estos medios ellos han ligado al “creyente” para que crea en tales ficciones como la inmaculada concepción, la bendita asunción, la infalibilidad papal, la trinidad y el purgatorio.

Los trinitarios protestantes se jactan por aceptar la "tradición" y los credos de los "padres" (que de ninguna manera son padres de la iglesia apostólica, sino del catolicismo romano). Ellos aceptan el dogma tradicional de la trinidad que tiene como base los credos ecuménicos (especialmente el credo de Atanasio) con los cuales reinterpretan la Escritura ¿La Tradición es ahora la verdad, tal como los católicos romanos siempre han insistido?

"Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres, porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres…" (Marcos 7:7-8)

Ninguno de éstos llamados "Credos Ecuménicos" fue escrito por los apóstoles, ni siquiera aquel credo que lleva el nombre de ellos. Esos credos han sido "manoseados" como en el caso del Credo Niceno al que la Iglesia católica agregó la cláusula "filioque" y por eso el catolicismo se partió por la mitad. Los concilios que produjeron estos credos no eran para nada santos. En ellos había corrientes en guerras, reyertas desordenadas, sesiones de griterío e incluso de asesinatos. Uno fue catalogado por el Papa "el Concilio de los Ladrones". La declaración del Credo de Nicea fue dictada por un emperador que no era bautizado y que amenazó con desterrar a todos los que no lo firmaran. El Credo de Calcedonia llamó a María "la Madre de Dios".

El judaísmo fariseo talmúdico (en sus varias ramas de ortodoxo, conservador y reformado), afirma que el Talmud (que es un libro que contiene la tradición, las doctrinas, las ceremonias y los preceptos de su religión) es la colección más santa de las leyes de Dios y la autoridad obligatoria de la identidad judía. Aunque ellos afirman su obediencia a la ley de Moisés, en realidad ellos no la observan en sus prácticas. Un estudio de la religión del Talmudismo moderno, antiguamente Fariseísmo, revelará una saturación de paganismo, misticismo, lo oculto, filosofía, gnosticismo, y prácticas religiosas babilónicas. Es una total falsedad cuando ellos afirman que el judaísmo puro anterior a la cautividad babilónica está todavía entre ellos. Jesucristo mismo rechazó la mezcla hipócrita religiosa de los fariseos (Marcos 7:7-8).

Pero ¿Dónde están las escrituras “extra bíblicas” de los creyentes apostólicos? ¿Dónde está el profeta “inspirado” e “infalible” y su “nueva Biblia”? ¡En ninguna parte! ¡Los Pentecostales Apostólicos del Nombre de Jesucristo sólo creen en la Biblia y en la Biblia! Nosotros no tenemos ningunos “escritos guías” adicionales. Toda nuestra doctrina se deriva estrictamente de la Palabra de Dios y de ninguna otra fuente. Nosotros creemos que la Biblia es la Palabra profética más segura y que toda la Escritura es inspirada por Dios (2. Pedro 1:19, 2. Timoteo 3:16)


3. ORIENTACIÓN DE PERSONALIDAD

Muchas de las sectas se reúnen alrededor de una personalidad que es considerada “la boca de Dios”. A veces es el profeta fundador o a veces es un vidente viviente. A ésta “personalidad” se cita, se sigue, y se sirve como si fuera el propio Cristo. Muchas veces es incluso una mujer “profetisa”.

Los musulmanes tienen a Mahoma y están obligados a repetir el credo: “no hay más Dios que Alá y mahoma es su profeta”. Mahoma alegó que el dios del Islam es el mismo Dios de la Biblia, pero en realidad el Islam es el resultado de mezclar la enseñanza bíblica con las viejas costumbres paganas de los árabes preislámicos que rendían culto a un panteón de dioses (de los cuales el más importante era el dios Luna). Por medio del uso de la fuerza, Mahoma llegó a convertirse en el máximo jefe del Estado Árabe.

La Ciencia Cristiana tiene a Mary Eddy. Sus seguidores estuvieron de pie en la nieve helada, para poder por lo menos verla cuando ella se montara en su carruaje.

Los adventistas del Séptimo Día dicen que cada palabra de Elena G. de White es considerada como inspirada por Dios. Dicen que ella escribió sobre cada asunto del mundo y por eso tiene infaliblemente estudiado cada problema para el bien de ellos durante todos los tiempos. Ellos la citan tan a menudo como a la Biblia en cualquier tema que usted pueda nombrar. Sus repetidas fallas proféticas no tienen efecto en su credulidad.

Los mormones tienen a José Smith. Si usted no cree que él es un profeta no puede ir al cielo. Para ellos, José Smith es el profeta, el vidente, el revelador, y el autor de la Escritura. Sus presidentes actuales también son “los profetas divinamente inspirados”. De vez en cuando ellos se meten al armario y una vez fuera hacen estallar una “nueva revelación”.

Herbert Armstrong, a pesar de los cargos de fraude e incesto con su propia hija, se veneró como un profeta infalible de "la Iglesia Universal de Dios". Algunos todavía están esperando que él suba de los muertos pero la espera ha sida más larga de “cuatro días”.

El fundador de Los Testigos de Jehová fue llamado por sus mismos seguidores el “Pastor” Carlos Russell con su fraude del “trigo milagroso”. Él fue considerado “el siervo fiel y prudente” que según la parábola de Cristo vino para dar al creyente “el alimento en el tiempo apropiado”.

Los del “Ministerio Internacional Creciendo en Gracia” anuncian que su apóstol anticristo llegó al mundo en un tiempo de desesperación, en donde toda la creación se preguntaba: ¿Cuándo será el tiempo en que se levantará el ‘otro’ que edificará sobre el fundamento dejado por el Apóstol Pablo? Los seguidores de José Luís Miranda le llaman papá, Papa, Jesucristo hombre, anticristo, consolador y dios. Ninguno de los “pastores” de este movimiento hablan o piensan por sí mismos, sino que deben contentarse únicamente con calcar la “revelación” que ha obtenido el “edificador de la iglesia” repitiendo a sus fieles, exactamente lo que ese hombre dice. En el año 2007, sus seguidores se tatuaron en su cuerpo el número 666, a fin de mostrarle al mundo que estaban de acuerdo con el sistema anticristo.

Y por supuesto los católicos tienen a su oráculo viviente, el "vicario de Cristo", el "santo padre" y maestro de toda la cristiandad, su señoría el Papa. A este hombre se adora y se adora (ellos podrán negarlo pero nuestros ojos no nos engañan). Ellos besan sus pies y cualquier otra parte de la que puedan asirse. Él da revelaciones desde “la Silla de Pedro”, eso es como si él fuera la Biblia para ellos. Tomás de Aquino, a quien muchos trinitarios protestantes citan como una autoridad, era un firme defensor de la Supremacía del Papa como el Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo. Agustín de Hipona, otro favorito de los trinitarios protestantes, resume su confianza en el Papa con estas palabras: “Roma ha hablado, el caso cerró”.

Por el contrario, no hay ninguna personalidad sectaria entre los Pentecostales Apostólicos del Nombre. Nosotros sólo seguimos a Jesucristo, e incluso por eso, hemos sido ridiculizados como los “Sólo Jesús”. Nosotros no tenemos a ningún José Smith, José Luis Miranda, Elena G. de White y a ningún Papa; sólo a Jesucristo. Las Iglesias de la Unicidad no atribuyen la supremacía de Cristo a ninguno.


4. EXCLUSIVIDAD ORGANIZACIONAL

Muchas de las sectas enseñan que usted debe pertenecer a su “organización” para ser salvo. Ellos no toleran a ninguna organización hermana o a alguna congregación independiente. Ellos se convencen de que su organización es la “única iglesia verdadera”.

Así los Testigos de Jehová exigen ser directamente “la Organización teocrática de Dios” guiada por los “144.000” gobernantes espirituales en cielo. Todos deben entrar en ella para ser salvos. Todo lo demás es “Babilonia la Grande”. Si usted deja el Salón del Reino usted es un “siervo malo”.

Los Adventistas del Séptimo Día están convencidos de que ellos son “la Iglesia del Remanente” de Apocalipsis 12. Todos los otros son “Babilonia” (ellos también creen eso). Pronto la luz se revelará claramente y Cristo volverá por sus 144.000 (ellos también creen eso), quienes serán todos los Adventistas del Séptimo Día.

Todos los de la Ciencia Cristiana deben estar conectados a la “Iglesia Madre” en Boston. Ésta es la única Organización establecida por Dios y de la cual la fundadora es la Madre Eddy. Es como un pulpo religioso.

Los mormones reclaman que toda la cristiandad se había vuelto “apóstata” hasta que José Smith “restauró” a la única Iglesia verdadera y la etiquetó (“con inspiración divina” por supuesto) como “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”. Fuera de esta organización y de sus “templos” uno no puede salvarse. Incluso los miembros de “La Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” que fue presidida por la propia familia de Smith, son considerados “perdidos”.

Lo mismo ocurre con el grupo de Herbert Armstrong. Usted o pertenece a la “Iglesia Universal de Dios” o está perdido. Armstrong había planeado llevar a los miembros de su “iglesia” al desierto de Australia para escapar de la Gran Tribulación, que él predijo para el año de 1975. Es innecesario decir que esa profecía no se cumplió.

Ninguno de los de “Creciendo en Gracia” puede “salvarse” si no se encuentra bajo la cubierta del “apóstol”. Todo aquel que no se sujete al “apóstol” José de Jesús Miranda es corrupto de entendimiento y se ha lanzado al naufragio de su carne por no respetar a las autoridades de la cubierta angelical de este “apostolado” que Dios ha establecido.

Y por supuesto los católicos siempre insisten en “Extra ecclesia, nulla salus”, “fuera de la Iglesia, ninguno se salva”. Ellos exigen ser la única organización que tiene las “señales indiscutibles” de haber sido fundada por Cristo. Para demostrar esto, hacen uso de la “sucesión apostólica”.

El judaísmo fariseo talmúdico (en sus ramas de ortodoxo, conservador y reformado) creen que ellos, por ser judíos, son los únicos beneficiarios de las bendiciones de Dios. Ellos creen que su salvación está en su sangre (su linaje), y por eso, no es tanto su fidelidad o su práctica de virtudes religiosas, sino la fidelidad de Dios en su juramento a Abraham, que los asegura de estar perdidos. Ellos enseñan que solo los judíos pueden hacer parte del pacto, aunque si los gentiles son buenas "bestias" les es permitido compartir las bendiciones de Israel. Cuando Jesucristo vino por primera vez, la gran mayoría de judíos de aquel tiempo afirmó que no estaban bajo la esclavitud de ningún hombre y por eso no necesitaban a Jesucristo para hacerlos libres. Los judíos desearon que el trono de David fuera reestablecido, pero ellos creían que esta sería una liberación de la ocupación y el gobierno romano. Sin embargo lo qué ellos quisieron y teorizaron no era lo que Dios tenía en mente. Ellos tenían la esperanza de la persistencia eterna del Israel natural y la restauración de la raza del pueblo, y Dios tenía en mente la restauración de la raza humana a través del Mesías.

En contraste con los grupos mencionados y de ningún modo sectaria, están los Pentecostales Apostólicos del Nombre de Jesucristo. Ninguna organización del Nombre demanda que su grupo u organización es la única y verdadera iglesia y que todos deben pertenecer a ella para ser salvos. Hay miles de agrupaciones de la Unicidad en el mundo más congregaciones independientes. Ninguno de ellos argumenta ser soberano y en su mayor parte disfrutan de un buen compañerismo los unos con los otros. Ninguno exige ser la "Iglesia del remanente" o la "única organización" sin la cuál no puede haber salvación.


5. NORMAS DE SANTIDAD ESOTÉRICAS Y DIETÉTICAS

Las sectas, característicamente tienden lazo a sus miembros con “otros “requisitos” para la salvación, o lo que ellos llaman “santidad” o “perfección”. En otras palabras, ellos inventan “nuevos evangelios” para cuidarse de “nuevos pecados”.

Los musulmanes hablan de la yijad o guerra santa, con la cual se ha justificado el terrorismo internacional, las bombas y la matanza de personas de otras religiones. De acuerdo con este punto de vista tradicional, los musulmanes que mueren en la yijad, automáticamente se convierten en mártires de la fe y tienen prometido un lugar especial en el Paraíso.

Los "Testigos de Jehová" dicen que se deben vender sus “publicaciones” para ser salvos. Esto se traduce en vender subscripciones de la Atalaya y de sus libros. Su “norma de santidad” que extrañamente permitía el tabaco y todavía permite el alcohol expresa su rechazo a las transfusiones de sangre y los saludos a la bandera, aunque la Biblia no dice nada acerca de que estos asuntos ocasionen la pérdida de salvación.

Los mormones tienen un evangelio minucioso en obras que llevan a todos los tipos de reinos después de la vida, ya sea celestial, terrestre o de cualquier otra índole. Para ser salvo uno debe realizar “las dotaciones del templo”, debe casarse para “el tiempo y la eternidad” y someterse a “los bautismos por los muertos”. Su norma de santidad consiste en requisitos raros como llevar “la ropa interior mormona” y no beber nada que esté “caliente” (café, té, etc.).

En la Ciencia Cristiana la “santidad” consiste en refrenarse de cualquier tratamiento médico o de alguna medicina, incluso de una aspirina. La Señora Eddy enseñó en alguna ocasión y con bastante “fe” que uno ni siquiera tendría que llevar ropa extra para el invierno (nada en absoluto). Para obtener la salvación en esta religión, usted debe haber leído Ciencia y Salud, y entonces lo mejor que usted puede hacer es dejarse morir a través del abandono médico.

El culto de Armstrong exige a los miembros que observen la pascua, la fiesta de los tabernáculos, de las lunas nuevas, que se abstengan de la carne de cerdo, y que descansen el sábado. Entretanto, él sostuvo una relación con una novia cuarenta años menor que él y quién intentó “comprometerlo”.

Los Adventistas del Séptimo Día intentan presentar una "imagen evangélica" pero ellos no lo son. Ellos afirman que cualquiera que en la venida del Señor se encuentre comiendo "carne de cerdo" será destruido. Cualquiera que se encuentre rindiendo culto el día domingo tiene "la marca de la bestia". Su movimiento es protagonista en los requisitos de "santidad" dietética. Elena G. de White tuvo a todos comiendo frutas, granos y nueces. La carne se debe mirar con recelo porque es sucia ¿Qué tiene esto que ver con el cristianismo? ¿Esto es salvación y Santidad?

El “Ministerio Internacional Creciendo en Gracia” afirma que después de la cruz nadie puede ser hallado en pecado (según ellos esto significa, que después de la cruz, ningún hombre es un pecador) porque Cristo quitó de en medio el pecado. Para ellos la santidad consiste en convencerse que nuestro interior es bueno y por eso debemos meternos esa idea en nuestra cabeza cueste lo que cueste. Afirman que aquel que comete una falta, un crimen, está en la ignorancia de su mente, practicando las obras de la carne, ajeno a la vida de Dios; pero no se le puede hallar en pecado, porque nació después de la cruz, después de Cristo, y que por lo tanto se encuentra en justificación de vida. Dicen que los miembros de su organización han alcanzado la madurez espiritual y por eso para ellos está prohibido prohibir. Ellos dicen que el apóstol Pablo enseñó que “todo me es lícito” y que dónde existe la prohibición es porque hay doctrinas de demonios. Según ellos, luego de que se convenzan de que su interior es bueno, pueden practicar cualquier carnalidad y no hay problema.

La Iglesia Católica presenta como una de sus máximas doctrinas de santidad la doctrina del celibato sacerdotal, que es catalogada por la propia Biblia como una doctrina de demonios (1 Timoteo 4:3). A raíz de esta doctrina, el clero se ha visto enfrentado ante una enorme cantidad de escándalos sexuales que la Iglesia Católica no ha podido ocultar. A su vez, la doctrina del confesionario hace que los católicos no se arrepientan directamente ante Dios, sino que se les ha dicho que un simple hombre puede absorberles sus pecados. El confesionario es utilizado para hacer que los fieles católicos sientan que necesitan al sacerdote y a la iglesia católica más de lo que necesitan a Dios. Aun con todo y eso, ellos afirman que para que alguien pueda ser declarado verdaderamente un santo se debe dar el acto de canonización, por medio del cual el Papa declara de forma pública la santidad de una persona luego de fallecida. Con este acto se da el aval para que los fieles católicos rindan culto al “nuevo santo”. El proceso de canonización requiere de una "amplia" investigación acerca de la vida de la persona fallecida y por otro lado que esta haya realizado por lo menos dos milagros.

La doctrina de “santidad” de la gran mayoría de trinitarios protestantes, afirma que Dios no mira lo externo sino lo interno del hombre y por esta causa toleran muchas costumbres del mundo. Es así que la inmensa mayoría de personas pertenecientes a estos grupos, desobedecen completamente los mandamientos dados en la Biblia respecto a la ropa, los adornos, el uso de joyas y el cabello, pues consideran que fueron dados únicamente para la Iglesia del primer siglo y que no tienen ningún valor para los días actuales. Así, se apartan de las enseñanzas bíblicas acerca de la modestia, de la humildad, de la moderación en nuestros aspectos externos, de la distinción entre los sexos y de la separación del mundo. Ellos también violan las reglas de la sana interpretación al hacer una doctrina tomando aisladamente el versículo de Mateo 28:19, ignorando por completo el resto de la enseñanza Escritural demuestra que el bautismo cristiano debe ser administrado invocando literalmente el nombre de Jesucristo. Ellos simplemente ignoran la importancia del bautismo en el nombre de Jesucristo dentro del Plan de salvación y se han inventado “otras formas” de recibir el Espíritu Santo tales como desmayar y tumbar a la gente de espaldas.

Esto contrasta grandemente con la posición de las Iglesias del Nombre. ¿Qué parte de nuestro mensaje evangélico es "sectario"? ¡Absolutamente ninguno! Todos estamos de acuerdo con la estricta predicación apostólica. Nuestro evangelio es exactamente el que los Apóstoles predicaron: arrepentimiento, bautismo en agua en el nombre de Jesús, y recepción del Espíritu Santo (Hechos 2:38, Hechos 10:44-48, Hechos 19:1-6). Nosotros no tenemos ningún "rito de templo" o "cuotas de la revista". Nuestras normas de santidad también son basadas completamente en el Nuevo Testamento. Nuestra norma sobre el cabello se dio bajo la inspiración divina que recibió el apóstol Pablo (1. Corintios 11:14-15). Nuestra posición que involucra ropa modesta, joyería y adorno, no fue "inventada" por nosotros, pero si fue decretada por los apóstoles en dos lugares (ambos didácticos). Cualquiera puede leerlos en la Biblia y usted no necesita de ningún otro "santo" libro (1. Pedro 3:3-4, 1. Timoteo 2:9-10). Nuestra posición contra el uso del tabaco y el alcohol que manchan el cuerpo y que inevitablemente llevan a una miseria incalculable y a la muerte, es igualmente basada en la Escritura (1. Corintios 3:16-17, 2. Corintios 7:1; Romanos 13:13; 1. Corintios 5:11). Nosotros creemos que todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, debe ser guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo (1. Tesalonicenses 5:23)


ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

El hecho de que alguien se encuentre en una falsa religión no quiere decir necesariamente que no ame o que no esté dispuesto a recibir la verdad. Muchas personas tienen un deseo sincero de agradar a Dios pero no saben completamente como hacerlo. Por decirlo de alguna manera, hay muchos "Cornelios" (Hechos 10:1) y "Apolos" (Hechos 18:24-25) en aquellos lugares. También hay corazones que no son tan sensibles a la Palabra, pero que de todas maneras pueden llegar (a pesar de su incredulidad inicial) a salir de aquellos falsos cultos para venir a la verdad.

Una persona puede tener un conocimiento profundo en las Sagradas Escrituras, puede gozar de un ministerio poderoso, puede tener un gran fervor espiritual y sin embargo eso no indica que necesariamente haya nacido de nuevo. Apolos era un varón elocuente y poderoso en las Escrituras pero necesitó que Aquila y Priscila le expusieran más exactamente el evangelio de Dios (Hechos 18:24-28). A personas así debemos diligentemente enseñarles las Escrituras con amor.

Nosotros no podemos negar que algunas de estas personas puedan haber tenido experiencias verdaderas y profundas con Dios. Nosotros no debemos menospreciar esas experiencias sino que debemos tomarlas como un punto a nuestro favor. Si alguien ama a Dios la Palabra de Dios oye, y conocerá si la doctrina que predicamos es de Dios o si hablamos por nuestra propia cuenta (Juan 7:17).

La salvación únicamente pertenece a nuestro Dios y él es el que la da. Nosotros no tenemos la autoridad para condenar a nadie pero tampoco tenemos la autoridad para asegurar que alguien que no ha obedecido el Plan de Salvación a cabalidad es salvo. La seguridad de nuestra propia salvación (de nuestra salvación individual) se basa en nuestra obediencia a ese Plan de Salvación (Hechos 2:38, Hechos 10:44-48, Hechos 19:1-6). Nosotros tenemos la obligación de predicar el Plan de Salvación como la Biblia lo enseña y debemos invitar a las personas de todos los credos a que lo obedezcan ¡Ese es nuestro trabajo! Nosotros no debemos animar a la desobediencia sino que debemos animar más bien a la obediencia. La Biblia es la única autoridad para la doctrina y para la enseñanza de la salvación.

Nosotros jamás debemos aborrecer a las personas que se encuentran en una falsa religión. Nosotros debemos amar a nuestro prójimo pues así lo enseña la Biblia. Nosotros debemos procurar siempre mantener buenas relaciones con todas las personas, pues la cordialidad es una de las armas principales para llevar a las personas a Cristo.

Nosotros debemos conocer muy bien el fundamento de nuestra fe. Debemos conocer muy bien que Dios es uno, que fue manifestado en carne, que su nombre es Jesús, y debemos amar y obedecer el Plan de Salvación establecido en la Escritura (arrepentimiento, bautismo en agua en el nombre de Jesús y recepción del Espíritu Santo). De esa manera contaremos con bases sólidas para animar a otros a recibir esta salvación tan grande.


* Gran parte de este artículo fue tomado del capítulo 25 del libro “If Ye Know These Things” escrito por el Rev. Ross Drysdale de la Primera Iglesia Pentecostal de Inglis y fue traducido, ampliado y adaptado por el hermano Julio César Clavijo Sierra, para la Mega Página Apostólica: Pentecostales del Nombre de Jesucristo.

UNICIDAD

Unicidad: (Del lat. unicĭtas, -ātis). Cualidad de único, irrepetible, sólo, singular.

Unicidad de Dios (Teología)

La Unicidad de Dios, es un término teológico que significa que Dios es absolutamente uno, solo, único irrepetible e indivisible. Indica que solo hay un Dios.
El término Unicidad de Dios es sinónimo de monoteísmo estricto, es decir, aquel monoteísmo que no acepta que Dios sea una pluralidad de dos, tres o más personas.
la Escritura, vemos que ella expresa la doctrina de la Unicidad de Dios así:“Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” (Marcos 12:29-30)“Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. ¡Bendito su nombre glorioso para siempre! ¡Toda la tierra sea llena de su gloria! ¡Amén y amén!” (Salmo 72:18-19)La Biblia también expresa que cuando Jesucristo venga en las nubes, esa aparición mostrará a ese único Dios, precisamente porque Jesucristo es el Dios único que se manifestó en carne. “que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.” (1. Timoteo 6:14-16)

Unicidad (filosofía)

El Principio de unicidad explica que cada suceso, cada evento tiene la característica de su singularidad, de su particularidad. Podrán existir seres, objetos, personas, eventos o circunstancias similares, pero nunca las mismas.

Unicidad (matemáticas)

En la matemática, para que una relación entre dos conjuntos, sea conocida como una función, debe cumplir con la unicidad, que significa que "cada elemento de un conjunto A, está relacionado con un único (uno y solo un) elemento del conjunto B. Se simboliza con


Unicidad (Biología)

Ley de la unicidad de la vida en el planeta: Todos los organismos muestran la existencia de una unidad biomolecular básica.

Unicidad (electrostática)

Teoría de Campos Electromagnéticos (Electrostática): Existe un teorema conocido como el Teorema de la Unicidad, que establece que "si una función potencial satisface a la ecuación de Poisson en toda la región y cumple con las condiciones de borde en la superficie de los conductores, esta función es única."

Unicidad (Gerencia de Proyectos)

Una característica de los proyectos es su unicidad que significa que son únicos e irrepetibles, en efecto, las experiencias pasadas suelen ser de gran utilidad como referente en todo el ciclo, pero cada proyecto tiene su propio escenario y sus características particulares (montos de las inversiones, capacidad tecnológica, ubicación, necesidad de recursos, momento de realización, fuentes y formas de financiación, etc).


Referencias:
Clavijo S., Julio César. Un dios Falso Llamado Trinidad. 2007
Miranda Miranda, Juan José (2005), El Desafío de la Gerencia de Proyectos, Departamento Nacional de Planeación Colombia
Von der Becke, Carlos (2001), Enumeración de algunas reglas biológicas,
Club Telepolis answermath (), Teoría y Campos Electromagnéticos: Electrostática: Teorema de la Unicidad, answermath
Barrera Morales, Marco Fidel (), Holística, Monografías



UNICIDAD DE DIOS

Unicidad es un término teológico que hace referencia a Dios, significando que él es absolutamente uno, solo, único e indivisible. Indica que nadie es como Dios y que solo hay un Dios (Deuteronomio 6:4, Gálatas 3:20).
Desde el punto de vista de la Unicidad, el único Dios es Espíritu, y es eterno, perfecto, infinito, omnisciente, omnipresente, omnipotente, inefable, incomprensible, sabio, santo, es el creador de todas las cosas, y es el único digno de ser adorado y de recibir culto por parte del hombre.

Cualquier adoración que no sea dirigida a Dios es considerada idolatría.

El término Unicidad es sinónimo de monoteísmo, pero su uso ha tomado fuerza en los últimos años, debido a que los creyentes en la Unicidad de Dios han querido utilizar un término que marque la diferencia con todos aquellos que aún confesando que Dios es uno, todavía creen que Dios está compuesto de dos personas (binitarismo), o de tres personas divinas y distintas (trinitarismo). La doctrina de la Unicidad no concibe a Dios como una pluralidad de personas.
La doctrina de la Unicidad de Dios, como es confesada por los pentecostales del nombre, puede ser declarada en las afirmaciones de que Dios es absolutamente uno, sin distinción de personas (Deuteronomio 6:4; Gálatas 3:20) y Jesucristo es la encarnación de Deidad (Juan 20:28; Colosenses 2:9).

Todos los nombres y títulos de la Deidad, como Dios, Jehová, Señor, Padre, Verbo y Espíritu Santo, se refieren a uno y al mismo ser. Estos diferentes calificativos simplemente titulan o denotan manifestaciones, papeles, relaciones con la humanidad, modos de actividad, o aspectos de la misma revelación de Dios.

Todas estas designaciones de la Deidad aplican a Jesús, y en Él se manifiestan todos los aspectos de la personalidad divina. Jesús es Dios, o Jehová, encarnado (Isaías 9:6; 40:9: Juan 8:58; 20:28; 2. Corintios 5:19; Colosenses 2:9; 1. Timoteo 3:16; Tito 2:13).
Jesús es el Padre encarnado (Isaías 9:6; 63:16; Juan 10:30; 14:9-11; Apocalipsis 21:6-7). El Espíritu Santo es el Espíritu que se encarnó en Jesús y también es Jesús en forma Espiritual (Juan 14:16-18; Romanos 8:9-11; Filipenses 1:19; Colosenses 1:27).
La doctrina de la Unicidad reconoce que la Biblia revela a Dios como Padre, como Hijo, y como Espíritu Santo. El Único Dios es el Padre de toda la creación, Padre del único Hijo engendrado, y Padre de los creyentes nacidos de nuevo. (Vea Deuteronomio 32:6; Malaquías 2:10; Gálatas 4:6; Hebreos 1:5; 12:9).

El título Hijo se refiere a la encarnación de Dios. El hombre Cristo fue concebido literalmente por el Espíritu de Dios y era por consiguiente el Hijo de Dios (Mateo 1:18-20; Lucas 1:35). El título Hijo a veces se enfoca solamente en la humanidad de Cristo, como por ejemplo en la cita 'por la muerte de su Hijo' (Romanos 5:10). A veces se relaciona con la deidad y la humanidad, como por ejemplo en la cita 'Desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo' (Mateo 26:64). El título Hijo nunca se usa aparte de la encarnación de Dios, por tanto, nunca se refiere exclusivamente a la deidad.

Los términos 'Dios el Hijo' e 'Hijo Eterno' no son bíblicos; la Biblia habla en cambio del 'Hijo de Dios' y del 'único Hijo engendrado (unigénito). El Hijo no fue engendrado eternamente por algún proceso incomprensible, continuado. Más bien, el Hijo fue engendrado por la obra milagrosa del Espíritu Santo en la matriz de María. El Hijo tuvo un principio, a saber, la encarnación (Lucas 1:35; Gálatas 4:4; Hebreos 1:5-6).

Hay una distinción real entre Dios y el Hijo. No es una distinción de dos personas divinas, pero si es una distinción entre el Espíritu eterno de Dios y el ser humano auténtico en quien Dios se encarnó plenamente. Así Jesús fue al mismo tiempo Dios y hombre. Él a veces habló o actuó desde el punto de vista humano y a veces desde el punto de vista divino. Como Padre, Él a veces habló desde su mismo conocimiento divino; como Hijo, él habló a veces desde su mismo conocimiento humano. Como un hombre, Él oró, se relacionó, y se sometió a Dios así como deben hacerlo todos los hombres. Al mismo tiempo, Dios habitó y se reveló en ese hombre con su inconmensurable carácter, naturaleza, poder y autoridad.

En Juan 1, el Verbo o la Palabra es la misma revelación de Dios, la autoexpresión, o la misma revelación. Antes de la Encarnación, la Palabra era el pensamiento, el plan, la razón, o la mente de Dios. En el principio, la Palabra estaba con Dios, no como una Persona distinta sino como el mismo Dios, perteneciendo a Dios de la misma manera en que la palabra de un hombre le pertenece a ese hombre. 'El Verbo era Dios mismo' (Juan 1:1, la Biblia Amplificada). En la plenitud del tiempo, Dios puso carne en la Palabra; Él se reveló en carne en la persona de Jesucristo. 'El verbo se hizo carne' (Juan 1:14). 'Dios se manifiesto en carne' (1. Timoteo 3:16). La Palabra eterna se reveló en el Hijo engendrado.

El título Espíritu Santo, se refiere a Dios como un ser espiritual y en actividad. Describe el carácter fundamental de la naturaleza de Dios. La palabra Santo hace referencia a sus atributos morales, mientras que la palabra Espíritu hace referencia a la naturaleza de Dios. El Título se usa particularmente para referirse a que Dios puede obrar entre los hombres porque Él es un Espíritu, así el tiene la capacidad de ungir, de regenerar, llenar y santificar a la humanidad. (Vea Génesis 1:1-2; Hechos 1:5-8)

Los tres papeles de Padre, Hijo, y Espíritu Santo son necesarios dentro del plan redentor de Dios para con la humanidad caída. Para salvarnos Dios proporcionó a un hombre puro que pudiera morir en nuestro lugar - el Hijo. Al engendrar al Hijo y al relacionarlo con la humanidad, Dios es el Padre. Y al obrar en nuestras vidas capacitándonos y transformándonos, Dios es el Espíritu Santo.

En resumen, los títulos Padre, Hijo y Espíritu Santo describen los múltiples papeles y actividades de Dios, pero no reflejan una trinidad esencial en la naturaleza de Dios. El PADRE se refiere a Dios en su relación familiar con la humanidad; El HIJO se refiere a Dios manifestado en carne; y el ESPÍRITU se refiere a Dios en actividad. Un hombre puede desempeñar tres papeles significativos. Por ejemplo se puede desempeñar como administrador, maestro y abogado, pero todavía sigue siendo una persona. Además Dios no se reduce o se limita a tres papeles esenciales.

Un corolario de la doctrina de la Unicidad es que el nombre de Jesús que quiere decir Jehová-salvador es el nombre supremo por el que Dios se ha revelado a la humanidad y es el nombre redentor en el Nuevo Testamento. (Vea Mateo 1:21; Lucas 24:47; Hechos 4:12; 10:43; Filipenses 2:9-11; Colosenses 3:17.) Por consiguiente, los apóstoles siempre bautizaron invocando el nombre de Jesús, y la iglesia debe hacer lo mismo hoy en día. (Vea Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:3-5; 22:16; Romanos 6:3-4; 1. Corintios 1:13; 6:11). Dado que Jesús es la encarnación de toda la plenitud de Dios, el nombre (singular) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo descrito por Mateo 28:19 es Jesús. (Vea Mateo 1:21; Lucas 24:47; Juan 5:43; 14:26).

Unicidad de Dios en el Judaismo:

De acuerdo con el judaísmo, Dios es único (Deuteronomio 6:4). La unicidad de Dios es tomada por la historia, como la aportación del pueblo judío a la humanidad. La unicidad de Dios rompió con las creencias generalizadas de los pueblos en varias divinidades y su correspondiente adoración desde la antigüedad.

En la antigüedad, el pueblo de Israel fue el depositario de la verdadera doctrina acerca de Dios. El Antiguo Testamento dice acerca de Israel: “A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y que no hay otro fuera de él… Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.” (Deuteronomio 4:35-39). De igual manera, la declaración de fe del pueblo de Israel llamada Shemá, que significa “oye” o “escucha”, es prueba fehaciente del monoteísmo puro que ellos profesaban. La Shemá confiesa: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es (Deuteronomio 6:4). En fin, todo el Antiguo Testamento expresa el sentir radicalmente monoteísta que identificó al pueblo de Dios.

Referencias

Bernard, David K. Unicidad y Trinidad 100-300 d.C. Word Aflame Press

EL MODALISMO

Modalismo, es un término usado para describir en la historia antigua de la Iglesia Cristiana, la creencia de que existe un Dios único, que es Espíritu, y que fue manifestado en carne como Jesucristo con el propósito de redimir al hombre. Así, los modalistas aceptaban firmemente que Jesús es Dios.

El modalismo estaba en abierta oposición con el arrianismo (ver también unitarismo), porque el modalismo aceptaba que Jesús es el verdadero Dios que al manifestarse en carne como un hombre, nació de una virgen, mientras que el arrianismo negaba estas dos cosas.

Asimismo, el modalismo se oponía fuertemente al trinitarismo, ya que el modalismo no aceptaba que Dios fuera una pluralidad de tres personas divinas y distintas, sino que enfatizaba categoricamente la Unicidad de Dios. Aunque los modalistas usaban los términos Padre, Hijo y Espíritu Santo, el uso y significado que ellos les daban, era totalmente diferente al que atribuían los trinitarios a estos mismos términos. De acuerdo con la concepción trinitaria, Padre, Hijo y Espíritu Santo, eran cada una de las tres personas de la trinidad. En cambio, los modalistas explicaban que de acuerdo con la Biblia, estos términos nunca pretendían hacer distinciones de tres personas eternas dentro de la naturaleza de Dios, sino que simplemente se referían a modos (o manifestaciones) de Dios. En otras palabras, Dios es un ser individual y único, y los diversos términos usados para describirle (tales como Padre, Hijo, y Espíritu Santo) son designaciones aplicadas a las diferentes formas de su accionar o a las diferentes relaciones que El tiene para con el hombre.
Cuando la Iglesia Católica Romana, se impuso como la religión oficial del imperio, esta inició una persecusión contra todos aquellos que se opusieran al dogma de la trinidad, catalogando sus creencias como herejías, y destruyendo todos sus escritos; razón por la cual, en los días actuales no contamos con el pensamiento de primera mano de los modalistas, sino que la información que obtenemos acerca de ellos, proviene de escritores católicos que estaban en abierta oposición contra los mismos.
Al parecer, el término modalismo, fue un apodo que inventaron los teólogos católicos para referise a ellos, y no un término que hubiera nacido de ellos mismos.
Algunos teólogos católicos, explicaron que la concepción modalista, era que Dios se había manifestado secuencialmente, primero como Padre, luego como Hijo, y finalmente como Espíritu Santo; argumentando que según esta doctrina, Dios es el Padre cuando estuvo inicialmente en los cielos, dejó de ser Padre y se convirtió en Hijo cuando se encarnó y convivió con los hombres, y dejó de ser Hijo para ser el Espíritu Santo, cuando tras abandonar el mundo, intervino en la vida de los hombres. No obstante, no está claro que esta haya sido verdaderamente la posición modalista, sino que ellos más bien creyeron que Dios tuvo el poder de ejercer simultáneamente los oficios de Padre y de Hijo durante el plan redentor, de manera que Jesús es simultáneamente Dios y hombre, Padre e Hijo.

Monarquianismo Modalístico y Monarquianismo Dinámico:
Los historiadores han usado el término Monarquianismo, para describir dos creencias completamente diferentes y sin ninguna relación doctrinal entre sí: El monarquianismo modalístico (o simplemente modalismo) y el monarquianismo dinámico.
El modalismo, también fue conocido como monarquianismo modalístico. La palabra monarca, enfatizaba que el Rey del universo es uno solo, y modalismo que Dios se ha manifestado al hombre de diversos modos. El monarquianismo modalístico identificaba a Jesucristo como Dios mismo (el Padre) manifestado en carne.
De otro lado, el monarquianismo dinámico o Adopcionismo, declaraba que Jesús era un ser inferior y subordinado a Dios. Mantenía que Jesús era un ser humano que llegó a ser el Hijo de Dios a causa de la sabiduría divina o el Logos que habitaba en El.

Antiguos Exponentes del Modalismo:
Los líderes modalistas más prominentes fueron Noeto de Esmirna, Práxeas, y Sabelio. Noeto fue profesor de Práxeas en Asia Menor,
Práxeas predicó en Roma cerca del año 190 D.C., y Sabelio predicó en Roma cerca del año 215. Por los años 180 - 200 d.C., Noeto de Esmirna expuso que Cristo, si es Dios, es Padre también, porque de lo contrario no sería Dios, ya que no hay más Dios que el Padre. Para defender su tesis, recurría sobre todo a los textos de la Escritura sobre la Unicidad de Dios y la unión del Hijo con el Padre.
De Noeto se tienen noticias indirectas por la obra de Hipólito, Philosopheumena o “Refutación de todas la herejías”.
Contemporáneo de Noeto, fue Práxeas, quien predicó por Roma y Cartago. Práxeas afirmaba que el único Dios es el Padre."El Hijo -y por lo mismo el Espíritu Santo- no son más que nombres, formas de hablar con las que nos referimos a un único ser" («vox et sonus orís»: Adv. Praxeam, 7).
Es de Tertuliano (murió cerca del año 225), quien escribió un tratado en contra de Praxeas, de quien conseguimos mucha información acerca de los modalistas.
Sabelio, originario de la Pentápolis de Libia, predicó en Roma entre los años (199-217) y allí ganó numerosos seguidores. Debido a que Sabelio fue el modalista más prominente, los historiadores a menudo llaman a la doctrina: el Sabelianismo. Sabelio concebía que toda la plenitud de la Deidad moraba en Cristo, y mantenía que los términos Padre e Hijo, eran solamente designaciones diferentes del único Dios, quién por causa de ser el origen de todo se llama el Padre, pero referente a su apariencia en la humanidad se llama el Hijo. Practicamente, el modalismo es la misma doctrina conocida en los días actuales como la Unicidad de Dios, que es profesada por los pentecostales del nombre de Jesucristo.

Patripasianismo:
Patripasianismo, es un término latino, que significa el "Padre Sufrió" «Algunos historiadores lo usan para describir al modalismo porque Tertuliano acusó a los modalistas de creer que el Padre sufrió y murió. Sin embargo, los modalistas aparentemente negaban la acusación de Tertuliano. Entonces la palabra representa una mala interpretación del modalismo por parte de los trinitarios, porque el modalismo no enseñaba que el Padre es el Hijo, sino que el Padre está en el Hijo. La carne no era el Padre, sino que el Padre estaba en la carne. Así entonces, el modalismo no enseñaba que el Padre sufrió o murió físicamente....»

Referencias

Bernard, David K. La unicidad de Dios. Word Aflame Press, 1985

EL BAUTISMO



EL BAUTISMO CRISTIANO

El bautismo cristiano es un mandamiento bíblico que debe observar toda persona que se ha arrepentido previamente de sus pecados y que desea la salvación provista por Dios (Marcos 16:16, Juan 14:15, 1. Juan 2:4). Consiste en una ceremonia en la cual el creyente es sumergido en agua mientras se invoca el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. El bautismo en el nombre de Jesús es parte fundamental del plan de salvación establecido para la verdadera iglesia cristiana (Hechos 2:38), que consiste en el arrepentimiento, el bautismo en el nombre de Jesucristo, el bautismo del Espíritu Santo y la perseverancia en el evangelio de salvación (Mateo 10:22, Hebreos 10:38).


La palabra bautismo viene del latin baptismum, que a su vez viene del griego baptismo, que significa: sumergir, zambullir, hundir en el agua. Los relatos bíblicos que se refieren al bautismo nos enseñan que las personas que fueron bautizadas fueron sumergidas en el agua y no simplemente rociadas o lavadas. Por ejemplo en Hechos de los Apóstoles capítulo 8 versículos 26 al 40 encontramos que Felipe le predica el evangelio a un etiope y ese etiope acepta el evangelio de Jesucristo manifestando su deseo de ser bautizado (ver el verso 36). El verso 38 dice que los dos descendieron al agua y que Felipe bautizó al etiope, y el verso 39 dice que una vez realizado el bautismo subieron del agua. Cuando la Biblia menciona el bautismo de Jesús dice: “Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua..." (Mateo 3:16). El apóstol Pablo también sustenta esta posición al referirse al bautismo como una sepultura en el agua (Romanos 6:4, Colosenses 2:12).


Los relatos bíblicos también nos enseñan que sobre todas las personas que fueron bautizadas, se invocó el nombre de Jesús para el perdón de sus pecados. Un bautismo sin la invocación del nombre de Jesús no está de acuerdo con el modelo bíblico y por tanto no es un bautismo válido.


1. Los tres mil judíos que se añadieron a la iglesia durante la fiesta del pentecostés fueron bautizados en el nombre de Jesús.
El mandato dado por el Señor Jesucristo durante la gran comisión (Marcos 16:16, Lucas 24:47) fue obedecido enérgicamente por los apóstoles en el momento en que se vieron en la necesidad de bautizar a los primeros convertidos durante aquel día de Pentecostés en que nació la iglesia. Cuando los nuevos creyentes preguntaron a los apóstoles qué debían hacer para ser salvos (Hechos 2:37)
"Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38)
"Así que, los que recibieron la palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas" (Hechos 2:41)


2. Los samaritanos que creyeron a la predicación de Felipe fueron bautizados en el nombre de Jesús.
Felipe, uno de los siete hombres piadosos escogidos para atender la obra social con las viudas (Hechos 6:1-7), llegó a Samaria luego de la persecución ocurrida a raíz del asesinato de Esteban y allí predicó el evangelio.
"Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres" (Hechos 8:12)
La Biblia nos enseña que Felipe bautizó a todas aquellas personas en el nombre de Jesús.
"porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús" (Hechos 8:16)


3. Los gentiles de la casa de Cornelio fueron bautizados en el nombre de Jesús.
“De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos 10:43)
“Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días” (Hechos 10:48)


4. Los efesios que creyeron a la predicación del apóstol Pablo fueron bautizados en el nombre de Jesús.
“Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” (Hechos 19:5)


5. El apóstol Pablo fue bautizado en el nombre de Jesús.
Ananías, el discípulo de Damasco que bautizó al apóstol, le dijo:
“Ahora, pues ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su nombre” (Hechos 22:16)


6. La Iglesia de Corinto fue bautizada en el nombre de Jesús
A causa de las divisiones que se presentaron en la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo les preguntó
¿Acaso está Cristo dividido? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Corintios 1:13).

Es obvio que ninguno de los corintios fue bautizado en el nombre de Pablo y por eso no era a Pablo a quien pertenecían. Jesucristo es quien fue crucificado y por eso es obvio que ellos fueron bautizados en el nombre de Jesucristo. La iglesia no pertenece ni a Pablo, ni a Silas, ni a Pedro (1. Corintios 1:12), pues Jesús es el Señor de la Iglesia (1. Corintios 8:6, Efesios 4:5).


7. Todos los verdaderos creyentes hemos sido bautizados en el nombre de Jesús para el perdón de los pecados.
“…mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1. Corintios 6:11)


8. La iglesia apostólica siempre ha puesto en alto el nombre de Jesús
Era tanta la admiración y el aprecio que los apóstoles sentían por el nombre de Jesús que aún en momentos angustiosos, ellos se sentían orgullosos de poner en alto el santo nombre de Jesús.
"Y poniéndolos en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este JESÚS es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos... (Hechos 4:7-12).



Significado del Bautismo en el Nombre de Jesús


1. Por medio del bautismo ratificamos que aceptamos a Jesús como nuestro único Salvador, Señor y Dios. (Oseas 13:4, Isaías 43:11, Hechos 4:12, Colosenses 2:9-12, 2. Pedro 1:1, 1:11, 3:18).


2. El bautismo es la parte del Plan de Salvación neotestamentario en el cual experimentamos el nacimiento del agua (o lavamiento de la regeneración) por la pura misericordia de Dios. (Marcos 16:16, Juan 3:5, Tito 3:5, Hechos 2:38, 1. Pedro 3:21, 1. Corintios 6:9-11)


3. Por medio del bautismo nos identificamos con la muerte de Cristo y con su resurrección. (Romanos 6:3-4, Colosenses 2:12)


4. En el bautismo “crucificamos” y sepultamos a nuestro “viejo hombre” que estaba cargado de maldad, a fin de andar en vida nueva. (Romanos 6:5-6, Efesios 4:21-24, Colosenses 3:9-10).


5. En el bautismo Dios realiza la circuncisión espiritual, y por tanto es una señal del pacto de Dios con su iglesia. (Colosenses 2:11-13, Filipenses 3:3)


6. Dios lava los pecados en el bautismo por medio de su precioso y santo nombre, el nombre de Jesús. (Lucas 24:47, Hechos 2:38, Hechos 4:12, Hechos 10:43, Hechos 2:21, Hechos 22:16, 1. Corintios 6:11, 1. Juan 2:12)


7. En el bautismo recibimos la potestad de ser hechos hijos de Dios y somos llamados el pueblo del nombre. (Juan 1:12, Hechos 15:14, Efesios 2:19, Efesios 3:14-15)


8. En el bautismo nos vestimos de Cristo (Gálatas 3:27)



Figuras o Tipos del Bautismo


Los escritores del Nuevo Testamento descubren en el Antiguo Testamento algunas figuras o prototipos del bautismo:


Las aguas sobre las que aleteaba el Espíritu Santo (cf. Gn 1 2)

El agua del diluvio (cf. 1 P 3 20-21)

La circuncisión (cf. Col 2 11-12)

El paso del Mar Rojo (cf. 1 Co 10 2)

La curación del leproso Naamán por bañarse en el Jordán.



Sin embargo, el bautismo como tal, parece estar relacionado al ambiente judío tras la deportación de Babilonia. La inmersión se practicaba para la purificación legal. Los esenios practicaban este tipo de ablución purificadora, para ellos moral, como han podido demostrar sus piscinas rituales en Qumram.

Entre los fariseos del siglo I se extendió la costumbre de sumergir en agua a los prosélitos tras la
circuncisión, rito que implicaba la capacidad del neófito para acceder a los sacrificios y participar en el culto del Templo.

El Mikveh es la reunión todas las aguas donde cualquier forma de lavamiento o atravesar sea considerado un acto de limpieza y santificación. El término surge del registro de la creación cuando Dios juntó las aguas y separó la tierra del mar. De esto germina la idea que en todos los actos de Mikveh hay una separación hecha por el agua. Se dice que cuando los hijos pasaron el Mar Rojo en el camino a la tierra prometida y fueron así separados y santificados para Moisés de la profanación Egipcia, que esto fue un mikveh. El pasar por las aguas del Mar Rojo es llamado un mikveh por los Judíos. De igual manera, todo pasar por las aguas de separación por cualquier medio de limpieza es llamado un mikveh. Cuando un Gentil deseaba convertirse al Judaísmo, él/ella tenía que someterse al Mikveh-bautismo como señal que ellos estaban pasando del Gentileismo al Judaísmo, pasando de los ídolos al Dios verdadero, pasando de vida como una persona muerta a una vida nueva en Dios, pasando de las tinieblas del conocimiento de la maldad a la luz de la verdad de Dios, y pasando de la religión de las naciones para aceptar la religión de los Judíos. La persona que no decía como Rut: Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios, no podía entrar a las aguas del Mikveh de conversión porque ella no había dado los frutos de arrepentimiento (Volverse a Dios de los pecados, vida, e identidad pasada). Esta no podía ser un converso al Judaísmo. Cada convertido debía hacer la misma confesión que Rut al momento de su Mikveh-bautismo de conversión: Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Todos estos Mikveh eran por inmersión y el nombre de Dios era invocado sobre ellos cuando eran medio inmersos o eran sumergidos por un bautizador. El nombre "ADONAI ELOHIM EHJEH" (Señor Dios de Salvación y Liberación) era pronunciado sobre el convertido.


El Bautismo de Juan el Bautista

Juan el Bautista asumió este rito dándole el sentido de medio para la conversión (cf. Mc 1 4) y purificación del pecado. Esto implicaba que el templo ya no era el único lugar para la obtención de la expiación.

El bautismo que administraba Juan el Bautista es una prefiguración inmediata de lo que iba a ocurrir cuando Jesús estableciera el periodo de la gracia. Según el evangelio, el Bautista tenía conciencia de que el rito que realizaba era un anuncio del que vendría (cf. Mc 1 8).
Jesús no sólo se sometió al bautismo de Juan sino que también llamó «bautismo» a su pasión y muerte (Mc 10 38 y paralelos).

Referencias:

Clavijo S, Julio Cesar. "Un dios Falso Llamado Trinidad" Capitulo 4. Mateo 28:19 y el Bautismo en el Nombre de Jesus. http://www.pentecostalesdelnombre.com/libros/falso/cuatro.htm


Reckart, Cohen G. Mikveh-Antiguo Bautismo En Agua. http://hechos238.net/html/mikveh.html


PENTECOSTALES DEL NOMBRE...

miércoles, 7 de noviembre de 2007

EL EVANGELISTA Y SU RELACION CON DIOS

IPUC, Barrio Antonio Nariño, Cali

Texto Base: Hechos 6:2-4,7
“Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra....

7 Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”




Introducción

Hay muchas cosas importantes en el momento del servicio a Dios: un buen conocimiento de las Escrituras, anhelo ferviente de servir a Dios, aplicación de una y otra estrategia o método de evangelismo, buenos equipos de amplificación, testificar, cantar, predicar, dirigir, etc. son elementos fundamentales en el trabajo de evangelismo. Pero todo este esfuerzo sería infructuoso si olvidamos algo que es más importante y que de ello dependen los buenos resultados que se quieren obtener: NUESTRA RELACIÓN CON DIOS.
Un hierro sin filo

Eclesiastés 10:10 dice “Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza...” Tenemos el ejemplo de un hombre que pretende derribar un árbol con un hacha, si el hacha tiene buen filo quizá en 20 o 30 golpes lo derribaría, pero si el hacha no tiene filo se requerirá mucho más golpes, se requerirá añadir entonces más fuerza. Muchas veces nos vemos frustrados cuando los resultados de nuestro trabajo evangelístico no son los que nosotros deseamos. ¿Dónde está el poder de Dios manifestado en sanidades y milagros? ¿Dónde están las personas arrepentidas? ¿Dónde están los libertados por demonios?
Tenemos las armas antiguas, las que usaron los primeros cristianos del libro de Hechos las armas más eficaces que Dios nos ha dado: El ayuno y la oración. Miren la oración de los primeros cristianos: “Y ahora Señor, .. concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús” Hechos 4:29-30. El resultado no se hizo esperar, “Cuando hubieren orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.(V.31). Y ellos saliendo predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. (Marcos 16:20).
Podríamos conocer mucho de teología, exégesis, homilética y hermenéutica, arqueología bíblica, origen de las religiones, etc.; podríamos conocer la jerarquía de los demonios, métodos para echar fuera demonios, todo sobre demoniología pero lo más importante, lo más efectivo, es nuestra relación íntima con Dios. Todo depende de nosotros, si nuestra hacha está bien afilada los resultados serán mejores. Nosotros decidimos ser unos creyentes que utilizan las armas antiguas y ver manifestado el poder de Dios, o bien podríamos seguir siendo unos cristianos comunes e indiferentes, cristianos sin filo.
Escoger la buena parte
Quizá muchas veces hemos leído acerca de la visita que hizo Jesús a Marta y María (Luc.10:38-42), podríamos quizá deducir que Marta representa a los cristianos que están tan ocupados en su trabajo rutinario o en sus quehaceres de la casa y no tienen tiempo para servir a Dios, para ir a la iglesia, etc. Pero si nos detenemos cuidadosamente Marta estaba sirviendo al Señor, estaba preocupada por atender bien al Maestro, quería servirle de la mejor manera y prepararle un buen alimento, por eso Marta le dice al Señor ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude (V.40) Para ella María estaba desocupada, sentada sin hacer nada. Para Jesús María había escogido la buena parte; la cual no le será quitada. SOLO ESTO ES NECESARIO dijo el Maestro, María sentada a los pies de Jesús teniendo una buena relación con él. No se trata de quince minutos de oración antes de empezar el culto solamente, sino de una continua relación con Dios allá en tu recámara secreta, cuando estás trabajando o cuando estás estudiando, una buena parte que tú le dedicas al Señor.

Simón el fariseo había invitado a comer al Señor, no había lavado los pies al maestro, no le había saludado con un beso, no había ungido su cabeza con aceite como era la costumbre; pero una mujer pecadora entró y se postró a sus pies regándolo con sus lágrimas, besándolos y derramando sobre ellos perfume costoso. Estar a los pies de Cristo con lágrimas de quebrantamiento, con besos de agradecimiento y con perfume de adoración.
El Salmista David dijo en el Salmo 27:4 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”. Demandamos del Señor su poder, demandamos del Señor su presencia, queremos que el Señor nos use, queremos que el Señor se manifieste; David no solo se limitó en demandarlo sino que también dijo: “esto buscaré”, David pudo vencer porque tenía una relación íntima con Dios. El ejército de Israel tenía hombres de guerra, bien entrenados pero tuvieron temor de pelear contra Goliat; pero David tenía una íntima relación con Dios y pudo decir: “Tu vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.” 1 Sam.17:46.